Lideres evangélicos y abuso sexual

Pastores evangélicos y sexo

Nos escandalizamos grandemente cuando salen a la luz los casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes católicos, y más nos escandalizamos cuando es la propia iglesia Católica quien se ha esforzado, por años, en ocultarlos (la portada de este artículo es el cartel de la famosa película mexicana). Pero la verdad es que la iglesia Evangélica también tiene lo suyo,  en el caso de los sacerdotes la mayoría de las víctimas son niños, en el caso de los pastores sus víctimas son adultos, en la iglesia católica los números de abusos van decreciendo mientras que en la iglesia evangélica los números se elevan peligrosamente; la iglesia católica está comenzando a condenar públicamente estas conductas y a pedir perdón (forzadamente), mientras la comunidad evangélica calla las propias.

En años anteriores, en la mayoría de los pueblos la figura del sacerdote era juntamente con la del comisario y la del juez de paz, intocable. Acusar a un sacerdote de conducta deshonesta era acarrearse la condenación de los propios padres, de las autoridades y del pueblo en general; la víctima se convertía en victimario. Hoy, la mayoría de los líderes evangélicos han ocupado ese rango de autoridad intocable, si alguien denuncia a un líder de conducta deshonesta que se prepare para recibir fuego y azufre de cielo.

En casos recientes de inmoralidad sexual por parte de líderes evangélicos, hemos podido comprobar como el abusador, mediante su influencia de autoridad, se transforma en víctima, y como la verdadera víctima es destrozada por la opinión exacerbada de los defensores del «siervo de Dios«. Términos como «ramera«, «ella lo provocó«, «ella lo sedujo«, «ella se lo buscó«, «bruja«, «astuta serpiente«, «enviada de Satanás» y otros epítetos aún peores son lanzados contra la joven o mujer que se atreva a sacar a luz la voracidad sexual del «ungido de Dios«.

Cuando se trata de víctimas menores de edad no hay duda de quién es el verdadero culpable (aunque algunos parecen que siguen dudando), pero:

cuando se trata de un líder adulto y una mujer adulta ¿quién de los dos tiene la culpa?  

Ante esta interesante, e importantísima pregunta, exponemos la opinión de un erudito, el Doctor Jorge Erdely, extraído de su excelente libro Pastores que abusan.

«Los lectores de la primera edición de Pastores que abusan seguramente notaron que este libro asume que cualquier tipo de actividad sexual entre un líder religioso y una mujer adulta bajo su cuidado pastoral es inherentemente explotativa. Aun cuando las partes sean solteras, tal relación implica una grave violación de la ética vocacional y profesional del ministro. Por razón de que frecuentemente se trata de adultos que deciden relacionarse sexualmente de mutuo acuerdo, hay líderes y feligreses que tienden a justificar o minimizar dichas conductas. Por lo general tratan de exonerar a los ministros (y no pocas veces satanizan a la contraparte femenina). Los apologistas (defensores) de las aventuras sexuales entre líderes y ovejas no ven por qué deberían considerarse dichas relaciones como explotativas o abusivas. Pero existen demasiados estudios serios sobre el tema y el consenso actualmente es que, independientemente de que esté presente o no el adulterio, y otras formas de inmoralidad que son contrarias a los preceptos cristianos que los ministros usualmente predican, se trata de relaciones que transgreden la ética profesional de las relaciones ministro-feligrés.

Cuando un líder cristiano se involucra sexualmente con alguien que se encuentra bajo su cuidado espiritual —el caso clásico en Latinoamérica es el de un ministro casado y una feligrés mayor de edad— existe una relación de inequidad que pone en desventaja importante a la mujer. Esto es porque el pastor sostiene una relación jerárquica de autoridad sobre sus congregantes y frecuentemente tiene acceso a información privada sobre vulnerabilidades personales de los mismos. Dicha información es obtenida a menudo a través de la consejería pastoral, en la confesión de pecados, o proporcionada por terceros que confían en el líder espiritual para ayudar a un ser querido.
En una cultura y/o estructura eclesiástica patriarcal, la posesión de dicha información pone en un estado especial de vulnerabilidad a las mujeres. El acceso a información personal, aunada a la relación de confianza, admiración y respeto por la investidura en que se proporciona la misma, así como la posición de subordinación jerárquica de la oveja hacia el ministro, hacen que las relaciones románticas y sexuales sean inherentemente explotativas por parte del líder. Como explica Petter Rutter, no se trata realmente de relaciones en condiciones de igualdad. En todos los casos se trata, pues, de un abuso de poder por parte del ministro. No se requiere que exista uso de la fuerza o coerción para calificarlo así.

Cuando existe además adulterio, esto agrava y complica más el caso, pues implica además la traición a la confianza de hijos, familiares y cónyuges por ambas partes.
En palabras del eticista Stanley Grenz ¿implica esto entonces que “cada acto sexual entre una congregante y su pastor conlleva implícitamente un abuso de poder y es un acto de traición de confianza”? Basándose en las investigaciones de la especialista Marie M. Fortune, responde: “Cualquiera que sea su motivación, la congregante entra a esa relación con una vulnerabilidad especial” y su pastor no se encuentra en ese mismo plano. “Así es que ella se encuentra en una posición de desigualdad en cuanto a él”.
Por eso, Grenz y la doctora Fortune coinciden que para que no se tratase de una relación de desventaja para la mujer —y por ende abusiva— ambos tendrían que relacionarse en condiciones de equidad. Por lo tanto no existe ética, y posiblemente legalmente, “pleno consentimiento” a la relación sexual en dichos casos, aunque en apariencia la haya y en eso se escuden muchos ministros que abusan.

Volviendo a la pregunta de Grenz, si cualquier relación entre un ministro y una feligrés, es necesaria e inherentemente explotativa y por lo tanto una grave falta de ética profesional, entonces esa conducta necesita ser reconocida, confrontada, y denunciada.
Un ejemplo de las normas que rigen a los profesionales de la salud mental en Estados Unidos y otros países puede ilustrar bien el punto. Asociaciones y cuerpos colegiados de psiquiatras y psicoterapeutas suspenden la licencia para ejercer dichas profesiones a sus miembros cuando estos se involucran en relaciones sexuales con sus pacientes, aunque éstas sean adultas. De hecho, en algunos países es requerido por ley que un psiquiatra o psicoanalista haya dejado de atender por varios años a su paciente antes de que le sea lícito entablar una relación romántica o íntima con ella.

Las razones son las mismas que comentan Marie Fortune, Grenz y otros especialistas: el profesional de la salud mental tiene una relación privilegiada de confianza con su paciente, relación cuyo único objetivo es ayudar al bienestar del mismo. Por virtud de esa relación y con la expectativa de la mejoría en mente, el paciente revela voluntariamente ante el profesional áreas vulnerables de su vida privada. Frecuentemente le confiará aspectos de su pasado, de su vida íntima, sentimental y/o sexual, que en otras circunstancias no comentaría con otras personas. Esa información puede ser ofrecida inicialmente por el paciente o inquirida por el profesional para diagnosticar una problemática. Si el psiquiatra o terapeuta no utiliza éticamente esa información y en vez de ello decide usarla para obtener gratificación sexual y/o afectiva, la paciente está en gran desventaja pues puede ser manipulada muy fácilmente. El terapeuta en cambio no requiere de proporcionar información privada a la contraparte ni acude a la consulta con la expectativa de recibir ayuda. El reconocimiento de esta vulnerabilidad ha dado lugar a que existan normas que regulen la relación profesional de la salud mental-paciente, en los países civilizados.

Por supuesto, no todos los psiquiatras y terapeutas respetan el código ético que rige su trato con las pacientes. Algunos deciden no hacerlo y cuando son descubiertos tienen consecuencias. Es común que se suspendan y a veces se cancelen de por vida sus licencias profesionales. Esto es, no pueden volver a ejercer su profesión y si lo llegan a hacer incurren en serias sanciones legales tanto en el ámbito civil como penal.
Esto sucede tratándose de la actividad sexual entre un profesional de la salud adulto y su cliente adulto en una relación de “mutuo consentimiento” en el ámbito secular. La relación pastor-oveja es a menudo más compleja, pues además de su dimensión espiritual y simbólica, suele a menudo asumir roles terapéuticos. Por todo lo anterior, mi posición en esta segunda edición de Pastores que abusan sigue siendo que la relación sexual entre un líder religioso y sus congregantes —indistintamente si involucra el adulterio— es, además de una violación de la ética cristiana a la que los ministros se suscriben, un abuso de poder y una falta de ética profesional que no puede minimizarse. Es de hecho, el signo distintivo de un explotador profesional y sus consecuencias son a menudo devastadoras para las feligreses que caen en sus manos

El Dr. Jorge Erdely es licenciado en Ciencias Biológicas egresado de la Universidad de M.H.-Baylor, Texas. Doctor en Filosofía (Ph.D.) con especialidad en idiomas semíticos, realizó su pos-doctorado en teología en la Universidad de Oxford, Inglaterra.
Entre otras, es miembro de la American Academy of Religion y de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones (ALER). El Dr. Erdely es un reconocido experto en el tema de los derechos humanos, religiones, y sectarismo. Sus investigaciones han sido publicadas en distintas revistas científicas nacionales e internacionales.

Desde Diarios de Avivamientos queremos ayudar a tomar consciencia de este tema que sigue siendo tabú en los medios evangélicos, y a la vez animar a las jóvenes y mujeres en general que están siendo manipuladas emocionalmente por sus líderes, a que no sigan sometidas al abuso por temor de acarrearse la ira de Dios por «tocar al ungido«. Es mejor perder un cargo en la congregación, es mejor perder los amigos de la congregación, es mejor perder la aprobación de los líderes de tu congregación, y hasta es preferible perder la congregación en que creciste, antes que terminar perdiendo la fe en Dios.

Porque si confundes obediencia con sometimiento, terminarás perdiendo no solamente la dignidad de tu cuerpo, sino tu fe y tu alma. La obediencia perfecta es obedecer a Dios antes que a los hombres.

Artículo de Gabriel Edgardo Llugdar para Diarios de Avivamientos

Acerca de diariosdeavivamientos

Soy Gabriel, seguidor de Cristo. Vivo en Córdoba, Argentina. Amo la Historia de la Iglesia, desde la Patrística hasta nuestros días; y amo a la Iglesia, la militante y la victoriosa, la visible y la invisible, con sus luces y sombras; no soy imparcial, pero intento compartir lo que creo y pienso sin fanatismos ni sectarismos. Bienvenidos a mi blog.
Esta entrada fue publicada en Escuela Bíblica, Uncategorized y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

5 respuestas a Lideres evangélicos y abuso sexual

  1. Carlos Gonzalez dijo:

    Hay tanta ensenanza valiosa gracias por compartir con los que estamos aprendiendo que Dios me los bendiga ricamente.

    Le gusta a 1 persona

  2. JOSE MIGUEL ESPINOSA GUZMAN dijo:

    VEO MUY ACERTADO EL COMENTARIO DEL DR J. ERDELY. SOY PEDIATRA, Y ME IMPACTA COMO LA PROBLEMATICA SOCIAL AFECTA A CIENTOS DE NIÑOS DE NUESTRA SOCIEDAD POR UN ABUSO SEXUAL (FAMILIAR, PADRASTRO, ETC…), CUANTA VERGUENZA E INDIGNACION PRODUCE LA QUE UN LIDER ESPIRITUAL PRODUCE EN LAS VICTIMAS APROVECHANDO DE SU AUTORIDAD ESPIRITUAL. YO CREO QUE ESTAS SITUACIONES DEBEN SER MANEJADAS YA EN EL AMBITO LEGAL Y PENAL, ES GRANDE EL DAÑO PSICOLOGICO Y AFECTIVO QUE SE LE PRODUCE A LA VICTIMA Y A SUS FAMILIARES, LO MAS GRAVE, LAS CONSECUENCIAS QUE GENERA ESTO EN AQUELLOS QUE ESTAMOS INTERESADOS EN LA VIDA ESPIRITUAL, EN LA BUSQUEDA Y LA PERMANENCIA DE LA VERDAD, SIENDO UN CAMINO ESTRECHO, Y SABIENDO TODAS ESTAS DIFICULTADES QUE SON EL PRECIPICIO DE LADO Y LADO DE DICHO CAMINO. ES BUENO SABER QUE HAY VOCES QUE PROCLAMAN JUSTICIAN, CONDENAN DICHOS ACTOS Y SE LLENAN DE VALOR (EL CUAL CREO QUE ES DE LO ALTO).

    Me gusta

  3. muy oportuna es la informacion que nos proporcionan en este articulo, pues aunque son principios que cada creyente conoce y debe aplicar en su relacion con otros creyentes, estos en ocasiones son pasados por ato, es importante saber establecer una relacion de equilibrio, con
    temor reverente en el Señor y saber canalizar los conflictos en los que como ministros nos encontramos limitados. Dios nos conceda humildad y dominio propio para realizar una labor tan loable como lo es «apacentar la grey de Dios» Bendiciones a todos ustedes.

    Me gusta

Nos gustaría saber tu opinión! Escribe un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.